A partir de 1780, los conciertos para
Viola se multiplican. Romain Hoffstetter (1742-1815), monje del monasterio
benedictino de Amorbach (Baviera), compuso hacia 1785 dos conciertos para
nuestro instrumento, (en Do mayor y en Mi b mayor), así como un Doble concierto
para viola y violonchelo. El compositor es conocido sobre todo, por ser el
probable autor de los Cuartetos Op.3, falsamente atribuidos a Haydn.
Las obras de Franz Anton Hoffmeister
(1754-1812) son definitivamente un repertorio obligado para los violistas.
Fundador en 1784 de una casa editorial que se convertirá en una de las más
importantes de Viena, (editó y publicó obras de Haydn y Mozart), se reveló como
un compositor muy fecundo llegando a componer 66 Sinfonías. De sus dos
Conciertos para viola (uno en Re mayor y otro en Sib mayor) el primero se ha
convertido, junto al Concierto en Re mayor de Carl Stamitz (citado en el
artículo que precede a esta publicación), en una referencia para el repertorio
de la viola clásica. Este concierto en Re mayor fue compuesto probablemente en
los años ochenta del siglo XVIII, pero generalmente es marcado en los libros y tratados como que fue publicado "hacia" 1800. Propone una orquestación tradicional junto a dos oboes y dos trompas. A la vez que la parte solista está escrita brillantemente con una temática rica y seductora que explota las posibilidades acústicas de nuestro instrumento. Su Adagio expresivo está formidablemente escrito y adecuado perfectamente a la melancolía del timbre de la Viola, que en contraste con el Rondo espiritual y bien definido del tercer movimiento, otorgan a este concierto el máximo protagonismo compositivo entre el repertorio de la época. Su segundo concierto, más pastoral, no es menos exigente que el primero. Desgraciadamente no suele ser muy utilizado en las Programaciones educativas de nuestra Comunidad Autónoma... una lástima, es dificultoso a afinar e interpretar, con lo que muchos profesores prefieren trabajar en su repertorio el de Re mayor.
En las memorias del cantante irlandés Michael Kelly, escribe haber asistido en 1784 a los ensayos del cuarteto de cuerda formado por Joseph Haydn y Dittersdorf a los violines, Mozart a la viola y Vanhal al violonchelo. De los cuatro instrumentistas, el único que no escribió alguna pieza concertante para la viola fue Haydn; Johan Baptiste Vanhal (1739-1813), uno de los primeros músicos que empezaron a vivir libremente de su arte, reputado pedagogo, es el autor de varias sonatas para viola y dos conciertos para viola y orquesta, siendo el Concierto en Do mayor el más tocado en la actualidad. Citaré también en esta sección a Anton Vranicky (1761-1820), uno de los fundadores de la escuela vienesa de violín. Schuppanzig y Mayseder son sus alumnos, gran amigo de Haydn y de Beethoven, fue maestro de capilla del príncipe Lobkowitz; es el autor del Concierto para dos violas y orquesta en Do mayor, un raro y tremendamente largo concierto que sobrepasa la media hora.
En los últimos años del siglo, el pianista Johan Nepomuk Hummel (1778-1837), publica en Viena en 1798 sus Tres Sonatas para pianoforte, las dos primeras acompañadas de un violín, la tercera con alta-viola obligada. En esa época los violistas eran todavía "raros" y poco vistos, Hummel procedió a realizar un arreglo de estas dos primeras sonatas para violín obligado y volvió a publicarlas de nuevo con el número de opus 19. La pieza se inscribe en la tradición de la sonata para piano con acompañamiento de un instrumento, donde la viola jugará un papel modesto. Veintidós años más tarde, el compositor escribe su Poutpourri op.94 para viola y orquesta en 1820, y fue dedicado a Anton Schmiedl, violista y músico de la Capilla de Dresde. La obra contiene principalmente arreglos y variaciones de extractos de óperas de Mozart (Don Giovanni y Las noches de Fígaro), y también del Tancredo de Rossini. Una versión abreviada, (la más tocada en la actualidad, viene incluida en prácticamente todas las programaciones didácticas de nuestro país), fue publicada bajo el título de Fantaisie por Clémence Meyer en 1900.
L.V. Beethoven (1770-1827) experimentó con 19 años una actividad profesional como instrumentista de cuerda en el teatro de Bonn. En enero de 1789, Maximilian Franz inaugura una ópera de corte al estilo de su hermano, el emperador austriaco Joseph II, enrolando al jóven Beethoven como violista en el proyecto. En este contexto, el compositor tomó consciencia de muchas óperas vienesas (especialmente de las de Mozart), antes de dejar su puesto e instalarse en Viena en 1792. Aunque Beethoven no realizó ninguna obra específica para viola solista, publica en 1804 un Nocturno op.42 para viola y piano en la editorial de Hoffmeister y Kuhnel. En una carta escrita el 20 de septiembre de 1803, señala a su editor que él no es el autor del Nocturno, solamente revisó el trabajo realizado por Franz Kleinheinz: "...no me corresponde la transposición de esta pieza pero la he revisado y en parte la he mejorado; así que no me venga a escribir que yo soy el autor de esta pieza, eso sería una mentira, además no se por otra parte de dónde hubiera sacado el tiempo y la paciencia para realizarla..."
En las memorias del cantante irlandés Michael Kelly, escribe haber asistido en 1784 a los ensayos del cuarteto de cuerda formado por Joseph Haydn y Dittersdorf a los violines, Mozart a la viola y Vanhal al violonchelo. De los cuatro instrumentistas, el único que no escribió alguna pieza concertante para la viola fue Haydn; Johan Baptiste Vanhal (1739-1813), uno de los primeros músicos que empezaron a vivir libremente de su arte, reputado pedagogo, es el autor de varias sonatas para viola y dos conciertos para viola y orquesta, siendo el Concierto en Do mayor el más tocado en la actualidad. Citaré también en esta sección a Anton Vranicky (1761-1820), uno de los fundadores de la escuela vienesa de violín. Schuppanzig y Mayseder son sus alumnos, gran amigo de Haydn y de Beethoven, fue maestro de capilla del príncipe Lobkowitz; es el autor del Concierto para dos violas y orquesta en Do mayor, un raro y tremendamente largo concierto que sobrepasa la media hora.
En los últimos años del siglo, el pianista Johan Nepomuk Hummel (1778-1837), publica en Viena en 1798 sus Tres Sonatas para pianoforte, las dos primeras acompañadas de un violín, la tercera con alta-viola obligada. En esa época los violistas eran todavía "raros" y poco vistos, Hummel procedió a realizar un arreglo de estas dos primeras sonatas para violín obligado y volvió a publicarlas de nuevo con el número de opus 19. La pieza se inscribe en la tradición de la sonata para piano con acompañamiento de un instrumento, donde la viola jugará un papel modesto. Veintidós años más tarde, el compositor escribe su Poutpourri op.94 para viola y orquesta en 1820, y fue dedicado a Anton Schmiedl, violista y músico de la Capilla de Dresde. La obra contiene principalmente arreglos y variaciones de extractos de óperas de Mozart (Don Giovanni y Las noches de Fígaro), y también del Tancredo de Rossini. Una versión abreviada, (la más tocada en la actualidad, viene incluida en prácticamente todas las programaciones didácticas de nuestro país), fue publicada bajo el título de Fantaisie por Clémence Meyer en 1900.
L.V. Beethoven (1770-1827) experimentó con 19 años una actividad profesional como instrumentista de cuerda en el teatro de Bonn. En enero de 1789, Maximilian Franz inaugura una ópera de corte al estilo de su hermano, el emperador austriaco Joseph II, enrolando al jóven Beethoven como violista en el proyecto. En este contexto, el compositor tomó consciencia de muchas óperas vienesas (especialmente de las de Mozart), antes de dejar su puesto e instalarse en Viena en 1792. Aunque Beethoven no realizó ninguna obra específica para viola solista, publica en 1804 un Nocturno op.42 para viola y piano en la editorial de Hoffmeister y Kuhnel. En una carta escrita el 20 de septiembre de 1803, señala a su editor que él no es el autor del Nocturno, solamente revisó el trabajo realizado por Franz Kleinheinz: "...no me corresponde la transposición de esta pieza pero la he revisado y en parte la he mejorado; así que no me venga a escribir que yo soy el autor de esta pieza, eso sería una mentira, además no se por otra parte de dónde hubiera sacado el tiempo y la paciencia para realizarla..."
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