lunes, 16 de noviembre de 2015

Harold en Italia - Hector Berlioz - Parte II

Lejos de demostraciones técnicas habituales del repertorio solista, Hector Berlioz escribe en sus memorias sobre la composición de Harold en Italia"...un conjunto de escenas donde la viola solo será mezclada como un personaje más o menos activo que conservará su carácter propio...". El instrumento encarna por tanto el rol principal, un Harold soñador que interviene en cada movimiento más como observador, a menudo dejando que la orquesta se encargue de conducir los eventos, (notablemente hacia el final). Este hecho de claro carácter de anti-concerto, permite a Berlioz tratar el timbre y color de la viola como un elemento principal, resaltándolo antes que cualquier otro componente instrumental - expuesta sola al principio de la obra (acompañada por el arpa), luego mezclada con diferentes personajes de la orquesta, los fagotes, los clarinetes, trompas - y que no cesa de contribuir por tanto a una alquimia de sonoridades particularmente llamativas.

El compositor concede una escritura inédita hasta el momento a la viola principal, que no reposa sobre la tradición concertante violinística. Las tesituras medias y graves son muy utilizadas, con un razonable agudo que en ningún momento sobrepasa el Si b en 5ª posición, poniendo en valor y resaltando especialmente las cuerdas al aire (especialmente las notas repetidas sobre la cuarta cuerda Do), mostrando con ello una extraordinaria comprensión de las especificaciones sonoras de la viola. Tal vez peligrosa escritura, en las que a veces es poco perceptible la voz solista delante de la masa orquestal, pero como Berlioz consideró: "...Paganini, por su potencia en la ejecución, siempre hará conservar a la viola el rol principal..." 

En el primer movimiento, Harold en las montañas. Escenas de melancolía, felicidad y alegría, también piensa en ciertos efectos como unas sorprendentes subidas en trémolos acompañadas por las trompas, encontrando esa magia sonora en la contraposición de colores creados tanto con la utilización de armónicos y largos pasages en arpegios sul ponticello del segundo movimiento, Procesión de peregrinos cantando la oración de la tarde, dotando el final del movimiento de un reposo atmosférico fantástico y místico.

De gran belleza y originalidad es el tercer movimiento, Serenata de un montañero de los Abruzzos a su amante, donde Berlioz consigue una atmósfera de ensoñación, dulce y expresiva, en las que la viola principal desarrolla grandes pasajes en octavas, que apoyadas con diferentes elementos rítmicos y expresivos, no hacen perder el carácter y la dulzura intrínsecas a tema principal, planteado inicialmente por el oboe, replicado y seducido por la sección tutti de violas. (Hecho técnico orquestal que toma protagonismo en este movimiento con la relación simbiótica entre la sección tutti-violas y tutti viento-madera). Berlioz plantea diferentes texturas sonoras con un inteligente planteamiento rítmico y armónico de la sección viento-madera, plasmando la frescura campestre y desarrollando brillantemente una elegante danza esperanzadora y jovial que finalizará en una leve sensación de reposo, juguetón y tranquilizador, con la viola principal con sordina acompañada tan solo de la sección de cuerda

El cuarto movimiento, Orgía de bandoleros. Recuerdos de escenas precedentes, comienza con un dato significativo digno de mencionar que caracteriza además la esencia del movimiento, Berlioz utiliza el término allegro frenetico, iniciando el movimiento con un estruendoso pasaje en tutti con fuocco de gran intesidad y complejidad, da paso súbitamente a la primera sección de viola sola, el adagio que narra la escena campestre inicial, (un Harold rebosante de alegría, melancolía y fantasía), una dualidad que podemos apreciar constantemente en el movimiento, siempre guiada por los complejos pasajes tutti de las diferentes secciones de la orquesta, hacia imágenes del segundo y tercer movimiento. Una masa orquestal que se enfrentará a tremendos pasajes en escalas y arpegios, grandes subidas y bajadas en cromáticos, mezclados con intensos y seductores cambios de ritmos, acentos y originales recursos técnicos y expresivos, haciendo que la obra posea una especial complejidad en su ejecución colectiva.

Es importante mencionar que Harold en Italia desgraciadamente no supuso una influencia inmediata sobre el desarrollo de un repertorio solista para la viola en la época de su estreno. El excepcional carácter de la obra, fuera de normas, no fue muy bien entendido, coartando el genio de Berlioz. Supongo entonces que la sociedad musical que le rodeaba hubiera comprendido mejor la obra si la composición del concerto estuviera basada en tradicionalismos virtuosos más afirmados en el tratamiento de la voz principal. Probablemente así, habría tenido consecuencias más directas sobre la evolución del repertorio en esa época, aunque sin ninguna duda, es verdaderamente hacia finales del XIX donde el potencial de la sonoridad y timbre de nuestro instrumento es explotado, y esta obra tan particular influenció en la obra orquestal de compositores posteriores a su época. Por ejemplo, los franceses Maurice Ravel, Claude Debussy o Paul Dukas, el español Manuel de Falla, los alemanes Johannes Brahms o Gustav Mahler, los rusos Sergei Prokofiev o Igor Stravinsky entre otros... Incluso es un ejemplo para muchos compositores contemporáneos.

En este vídeo podrás disfrutar de una formidable versión realizada por Les Musiciens du Louvre-Grenoble (con instrumentos de época), bajo la dirección de Marc Minkovsky y el brillante Antoine Tamestit a la viola principal. Deseo que lo disfrutes. Si tienes alguna duda y te apetece aportar o conocer algún dato específico más, puedes dejar tus comentarios o ponerte en contacto conmigo.
        

domingo, 15 de noviembre de 2015

Harold en Italia - Hector Berlioz - Parte I

Hector Berlioz

El próximo martes 24 de noviembre se cumplirá el 180 aniversario del estreno en París de Harold en Italia, obra de Hector Berlioz. Un momento muy apropiado que no podía dejar pasar para realizar este pequeño homenaje a una de las obras que considero de las más importantes y significativas en nuestro repertorio a lo largo de la historia. 

Aunque no es muy conocida entre los peques, han de saber que esta obra tiene un profundo valor para nosotros, ya que tanto influenció en nuestro repertorio y en la evolución del rol del instrumento dentro de los nuevos y genuinos panoramas sonoros y compositivos del siglo XIX, instaurando así nuevas concepciones sonoras destinadas a la búsqueda del color y el timbre de la viola moderna tal y como la conocemos hoy día. Ten en cuenta que esta obra ha de ser abordada cuando se tenga una experiencia y madurez suficiente en el manejo de nuestra poderosísima herramienta, y tal vez, dependiendo del nivel que se vaya adquiriendo, sea en el Ciclo Superior de Enseñanzas Musicales de Viola cuando tengáis la oportunidad de abordarla, aunque ello no supone que no podáis haceros con las partituras y empezar a descubrirla.

Ahora bien, desgranando en este primer artículo la presentación de esta colosal obra, he de poneros en escena describiendo del contexto histórico y social que la rodea para que podáis entenderla mejor: en su Art du violon (1834), Baillot afirma que "el violín y el piano se reparten el imperio de la música instrumental". De hecho, en Francia hay poco interés en tratar a la viola como instrumento solista en esa época, y los pocos violistas de renombre, como Urhan o Casimir-Ney, no realizaron ninguna composición para nuestro instrumento con orquesta. En definitiva, raros eran los violinistas que tentaban la experiencia para su propio uso del escaso repertorio para Viola y orquesta que existía a mediados del siglo XIX.

En Harold en Italia, el audaz Hector Berlioz realmente revertirá todos esos prejuicios imaginando el rol para la viola con un diseño y una concepción totalmente nueva en el arte de la composición: una Sinfonía en cuatro partes con la voz de la viola principal tomada como algo más allá de un simple solo de orquesta, totalmente diferente e innovador al tratamiento de la voz principal en el Concerto tradicional hasta el momento.
  
En sus memoria escribió: ...Paganini vino a verme. "Tengo una Viola maravillosa", me dijo, "un instrumento admirable de Stradivarius que me gustaría tocar en público. Pero no tengo música expresa para el instrumento. ¿Le gustaría escribirme un solo de viola? Sólo tengo confianza en usted para la realización de este trabajo"... Me siento tan halagado que no se qué decir, pero para responder a su pregunta, para hacer brillar una composición convenientemente para un virtuoso como usted, habría que tocar la viola, y yo no la toco. Estoy seguro de que usted solo podrá resolver el problema... "No no, insisto" dijo Paganini, "Usted lo conseguirá; en cuanto a mi, estoy muy ocupado en este momento para componer, sólo puedo pensar".

Finalmente, esta obra fue anunciada en estreno para el 26 de enero de 1834 en la Revue et Gazette musicale como "Una nueva composición en el género de la fantasía que el célebre virtuoso italiano interpretará a su vuelta de Inglaterra". Titulada en un primer momento: "Les derniers instants de Marie Stuart", fantaisie dramatique pour orchestre, choeurs et alto principal. Pero finalmente, ni el nombre de la obra, ni los coros, ni Paganini acudieron a su cita, que visiblemente decepcionado por la concepción de la parte solista rechazó interpretar el papel. Según escribió el propio Berlioz a su amigo Humbert Ferrand el 31 de agosto de 1834: ..."Paganini, creo, encontrará poco tratada la parte concertante de viola. Es una sinfonía innovadora, una composición escrita desde el concepto inicial de hacer brillar un talento individual como el suyo. Le estaré siempre agradecido por haberme hecho emprender esta obra"... Tras el rechazo del violinista genovés, es finalmente Chrétien Urhan quien estrena la obra el 24 de noviembre de 1834 en la Sala de Conciertos del Conservatorio Nacional de París.

C.N.R.Paris - 1877

Debido a la extensión de información, en el próximo artículo atenderé a los aspectos estéticos musicales que definen a Harold en Italia, así que si te surge alguna duda o necesitas más información histórica, no dudes en aportar tus comentarios o contactar conmigo si lo deseas. Entre tanto, y mientras continúo su elaboración, ¡te deseo un fantástico fin de semana lleno de frecuencias positivas!

lunes, 26 de octubre de 2015

Follia di Spagna

                   

     
           Follia di Spagna

Desde el Aula Virtual de Viola es un verdadero placer comenzar las publicaciones de esta nueva temporada con este pequeño artículo dedicado a la promoción del concierto presentación de la joven agrupación musical onuvense Follia di Spagna. Un pequeño ensemble de cuerda formado íntegramente por antiguos y actuales alumnos y alumnas del Departamento de Cuerda Frotada del Conservatorio Profesional de Música Javier Perianes de Huelva que presenta un programa dedicado a Maestros del Barroco Tardío.

Un pequeño pero gran grupo humano que estoy seguro crecerá rápidamente gracias al entusiasmo, ilusión y calidad personal que respiran hacia este proyecto, en el que estoy seguro, serán capaces de crear un espacio sonoro sin límites ni fronteras musicales donde dar cabida al amor que demuestran en sus caminos de búsqueda y aprendizaje en la interpretación historicista e instrumental en general. Os animo pues a que este viernes por la tarde paséis a disfrutar de este evento tan particular y especial, ¡seguro que os gustará!

Al mismo tiempo, es una alegría poder apreciar el resultado del esfuerzo de muchos compañeros y compañeras tras años de trabajo en nuestra pequeña comunidad educativa, viendo cómo, poco a poco, ese espíritu de búsqueda, escucha, práctica y aprendizaje va creciendo y nutriéndose en el corazón de estos jóvenes intérpretes.

De ante mano, mis más sinceras felicitaciones a todos los componentes del grupo, especialmente a los que pertenecen a nuestra clase de Viola, Paloma Pérez García de 5º curso de EP, (que interpretará el Concierto en Sol mayor para Viola y Orquesta de G.Ph.Telemann),  a Ana Pérez Pousada de 2º curso de EP y por supuesto a Abraham Constantino de 4º curso de EP de Violín, quien es por fin nuevo alumno oficial de nuestra clase de Viola.

¡Mis mejores deseos, nos veremos por allí!



viernes, 6 de marzo de 2015

Austria II: Repertorio solista para la Viola 1750-1830

A partir de 1780, los conciertos para Viola se multiplican. Romain Hoffstetter (1742-1815), monje del monasterio benedictino de Amorbach (Baviera), compuso hacia 1785 dos conciertos para nuestro instrumento, (en Do mayor y en Mi b mayor), así como un Doble concierto para viola y violonchelo. El compositor es conocido sobre todo, por ser el probable autor de los Cuartetos Op.3, falsamente atribuidos a Haydn.



Las obras de Franz Anton Hoffmeister (1754-1812) son definitivamente un repertorio obligado para los violistas. Fundador en 1784 de una casa editorial que se convertirá en una de las más importantes de Viena, (editó y publicó obras de Haydn y Mozart), se reveló como un compositor muy fecundo llegando a componer 66 Sinfonías. De sus dos Conciertos para viola (uno en Re mayor y otro en Sib mayor) el primero se ha convertido, junto al Concierto en Re mayor de Carl Stamitz (citado en el artículo que precede a esta publicación), en una referencia para el repertorio de la viola clásica. Este concierto en Re mayor fue compuesto probablemente en los años ochenta del siglo XVIII, pero generalmente es marcado en los libros y tratados como que fue publicado "hacia" 1800. Propone una orquestación tradicional junto a dos oboes y dos trompas. A la vez que la parte solista está escrita brillantemente con una temática rica y seductora que explota las posibilidades acústicas de nuestro instrumento. Su Adagio expresivo está formidablemente escrito y adecuado perfectamente a la melancolía del timbre de la Viola, que en contraste con el Rondo espiritual y bien definido del tercer movimiento, otorgan a este concierto el máximo protagonismo compositivo entre el repertorio de la época. Su segundo concierto, más pastoral, no es menos exigente que el primero. Desgraciadamente no suele ser muy utilizado en las Programaciones educativas de nuestra Comunidad Autónoma... una lástima, es dificultoso a afinar e interpretar, con lo que muchos profesores prefieren trabajar en su repertorio el de Re mayor.

En las memorias del cantante irlandés Michael Kelly, escribe haber asistido en 1784 a los ensayos del cuarteto de cuerda formado por Joseph Haydn y Dittersdorf a los violines, Mozart a la viola y Vanhal al violonchelo. De los cuatro instrumentistas, el único que no escribió alguna pieza concertante para la viola fue Haydn; Johan Baptiste Vanhal (1739-1813), uno de los primeros músicos  que empezaron a vivir libremente de su arte, reputado pedagogo, es el autor de varias sonatas para viola y dos conciertos para viola y orquesta, siendo el Concierto en Do mayor el más tocado en la actualidad. Citaré también en esta sección a Anton Vranicky (1761-1820), uno de los fundadores de la escuela vienesa de violín. Schuppanzig y Mayseder son sus alumnos, gran amigo de Haydn y de Beethoven, fue maestro de capilla del príncipe Lobkowitz; es el autor del Concierto para dos violas y orquesta en Do mayor, un raro y tremendamente largo concierto que sobrepasa la media hora.


En los últimos años del siglo, el pianista Johan Nepomuk Hummel (1778-1837), publica en Viena en 1798 sus Tres Sonatas para pianoforte, las dos primeras acompañadas de un violín, la tercera con alta-viola obligada.  En esa época los violistas eran todavía "raros" y poco vistos, Hummel procedió a realizar un arreglo de estas dos primeras sonatas para violín obligado y volvió a publicarlas de nuevo con el número de opus 19. La pieza se inscribe en la tradición de la sonata para piano con acompañamiento de un instrumento, donde la viola jugará un papel modesto. Veintidós años más tarde, el compositor escribe su Poutpourri op.94 para viola y orquesta en 1820, y fue dedicado a Anton Schmiedl, violista y músico de la Capilla de Dresde. La obra contiene principalmente arreglos y variaciones de extractos de óperas de Mozart (Don Giovanni y Las noches de Fígaro), y también del Tancredo de Rossini. Una versión abreviada, (la más tocada en la actualidad, viene incluida en prácticamente todas las programaciones didácticas de nuestro país), fue publicada bajo el título de Fantaisie por Clémence Meyer en 1900. 


L.V. Beethoven (1770-1827) experimentó con 19 años una actividad profesional como instrumentista de cuerda en el teatro de Bonn. En enero de 1789, Maximilian Franz inaugura una ópera de corte al estilo de su hermano, el emperador austriaco Joseph II, enrolando al jóven Beethoven como violista en el proyecto. En este contexto, el compositor tomó consciencia de muchas óperas vienesas (especialmente de las de Mozart), antes de dejar su puesto e instalarse en Viena en 1792. Aunque Beethoven no realizó ninguna obra específica para viola solista, publica en 1804 un Nocturno op.42 para viola y piano en la editorial de Hoffmeister y Kuhnel. En una carta escrita el 20 de septiembre de 1803, señala a su editor que él no es el autor del Nocturno, solamente revisó el trabajo realizado por Franz Kleinheinz: "...no me corresponde la transposición de esta pieza pero la he revisado y en parte la he mejorado; así que no me venga a escribir que yo soy el autor de esta pieza, eso sería una mentira, además no se por otra parte de dónde hubiera sacado el tiempo y la paciencia para realizarla..." 

lunes, 2 de marzo de 2015

Austria I: Repertorio solista para la Viola 1750-1830

El hermano menor de Franz Joseph Haydn, Michael (1737-1806), inauguró un periodo brillante para la Viola en Austria. Formado como su hermano en la catedral de St. Etienne de Viena, comienza a componer a partir de 1760 prestando sus servicios al obispo Adam Patachich en Grosswardein, (actualmente en Oradéa, Rumanía), empleo que dejará a partir de 1763 para tomar funciones de violinista y compositor de la corte del Príncipe archiduque de Salzburgo. En 1761 compone el primer Doble Concerto para órgano o clavecín, viola y orquesta; una obra totalmente genuina e innovadora en cuanto a su forma y orquestación, cuya parte de Viola es netamente más discreta en comparación a la del Clave. Muy notablemente sirvió de referencia a compositores contemporáneos que también abarcaron esta forma musical a partir de esa idea compositiva primigenia.
Uno de ellos fue Carl Maria von Dittersdorf (1739-1799), que compone en 1766 su Sinfonía Concertante para contrabajo, viola y orquesta, dedicada al contrabajista Friedrich Pichelberger, y donde la parte de viola continúa teniendo ese rol secundario junto a la parte de la primera voz, en este caso del contrabajo. Según el catálogo Breitkopf de 1776, realizó también 3 conciertos para viola y orquesta, pero desgraciadamente el único que se conserva en la actualidad es el concierto en Fa mayor. Trabajó al servicio del Príncipe Archiduque de Breslau durante 28 años y tuvo una gran relación de amistad con Haydn y Mozart  

LA SINFONÍA CONCERTANTE DE W.A. MOZART

Junto al clave y el clarinete, la viola es uno de los instrumentos preferidos de Mozart (1756-1791). Explotó todas sus facetas expresivas en todos sus dominios solista, camerístico y orquestal, con tal audacia y sabiduría como ningún otro hasta entonces. Compuso su Sinfonía concertante en Mi bemol mayor para violín, viola y orquesta k.364 en 1779, tras comprender las tendencias musicales de moda tras su viaje a París en 1778 para montar la interpretación de su Sinfonía concertante para instrumentos de viento k.297, escrita para le Concert Spirituel.

Posiblemente fue una obra que destinó al violinista Ignaz Fränzl y la Orquesta de Manheim. La obra es de amplias proporciones, y se sitúa, por el autor y su inspiración, lejos del diálogo amable y sistemático del género musical elegido. Son muchos los estudios, análisis y reflexiones publicadas al respecto, sobre su expresión dolorosa, sobre el rol de sus fermatas y silencios, (particularmente en el segundo movimiento lento), sobre la frecuente utilización del principio de eco, sobre el equilibrio y la maestría del texto musical entre los instrumentos...en definitiva, Mozart dota particularmente a esta obra de una dimensión trágica en contraposición a la galantería utilizada anteriormente por Dittersdorf o Haydn en este género.
Desde un estricto punto de vista instrumental, pienso que el compositor no buscó mostrar una diferencia entre el violín y la viola, sino al contrario, fue más allá, buscó una total igualdad en el tratamiento de las dos voces solistas, a quienes son confiadas las mismas exigencias técnicas. Para ello, y según la costumbre de la época, Mozart no dudó en escribir la parte de viola en la tonalidad de Re mayor, para que su parte suene más claramente, exigencia que hace que el violísta afine su instrumento medio tono más alto. Este deseo de coherencia y simetría entre las dos partes solistas se encuentra en la orquestación, donde en algunas ocasiones también dobla las voces de la sección de violas para equilibrar e igualar las de violines I y II. (3er. movimiento).

Unos meses después de realizar esta obra, Mozart compuso 134 compases de una Sinfonía concertante para violín, viola y violoncello y orquesta en La mayor K. Anh 104 (320) que quedó inacabada. Con una scordatura de la viola solista de un tono (parte de viola solista escrita en Sol mayor). Existe igualmente una transcripción anónima para viola del Concierto para clarinete y orquesta K.622, publicada en 1802 en Offenbach-sur-le-Main, en la casa del editor André. El arreglo es ingenioso y de una gran complejidad técnica, pero se desconoce el autor, (el nombre de Beethoven ha sido sugerido por algunos estudios recientes).

martes, 17 de febrero de 2015

III. Sonidos que Curan: Resonando con tu Viola

EL TEMPERAMENTO

La música y las matemáticas han estado siempre íntimamente ligadas. Conocer la evolución de la concepción musical a lo largo de los siglos hasta alcanzar el sistema de doce notas y los diferentes temperamentos que empleamos hoy día en el mundo occidental, fue y sigue siendo una apasionante aventura, no sólo en sus vertientes musical y matemática, sino también desde las perspectivas cultural, física, técnica y artesanal. Aunque no comparta algunas ideas reflejadas en el enlace a continuación, y sin meterme mucho en explicaciones por la extensión que ocuparía este tema, podrás hacer una lectura más extensa y profunda sobre la definición de temperamento.

Para mi, el temperamento es la proporción matemática y sonora que existe entre una nota cualquiera y la siguiente un semitono más alta, definiendo unas texturas resonantes específicas que además dotan de una tensión armónica específica al sonido. Así que, afinar el La4 de nuestra Viola a 440Hz, significa afinar y ajustar nuestro instrumento a un temperamento específico y determinado, (relativamente moderno, fue a partir de 1955), el llamado temperamento ISO 16. No debes de olvidar que existen otros muchos temperamentos, definidos, estudiados y utilizados comúnmente, que vienen condicionados tanto por los aspectos físicos y acústicos de los instrumentos musicales en si, como por las exigencias técnicas y estéticas del estilo del repertorio a interpretar. Estos temperamentos son el Pitagórico, Valotti, Kirnberger III, Werckmeister III, etc. 

Como bien te habrán tenido que explicar el primer día que asististe a la clase de Lenguaje Musical, nuestro sistema musical tiene doce notas, no siete. Si no lo tienes claro, echa un vistazo a cualquier imagen de un piano y presta atención a esas teclas negras situadas estratégicamente entre las blancas. Supongo que también te habrán explicado que ese patrón de doce notas vuelve a repetirse, encontrándose esas mismas notas una octava más aguda a la derecha y otra octava más grave a la izquierda. Así pues, si el La4 lo afinas a 440Hz, el La5 tendrá una frecuencia de 880Hz y el La3 la mitad, 220Hz.

LAS FRECUENCIAS Y SUS PROPIEDADES TERAPÉUTICAS

Ahora bien, para poder exprimir el ejercicio que te propondré a continuación, es necesario que conozcas algunas conceptos que merecen la pena tener en cuenta, ya que para realizarlo y experimentar el fin del ejercicio, tendrás que cambiar la afinación de tu instrumento. Así que, antes de nada, coge tu afinador y ajusta el La4 de la Viola a 426 Hz equilibrando el resto de cuerdas en esos nuevos parámetros y espera unos minutos; no te inquietes, comprenderás más adelante. Te preguntarás por qué, pero si te tomas un tiempo tras ese reajuste en la afinación, la Viola y tú lo agradeceréis, ya que tardará un tiempo en estabilizarse tras el cambio de presión e intensidad. 

¿Qué conseguirás con este ajuste? Sintonizar tus cuerdas al aire con las llamadas frecuencias de sonido Solfeggio, (frecuencias de sonido utilizadas para fines curativos). La historia de estos sonidos es fascinante, resulta que dichos sonidos eran cantados con precisión en el contexto de antiguos cantos gregorianos, pero la frecuencia exacta, la técnica y el conocimiento de sus propiedades curativas se perdieron de alguna manera más tarde en la historia de la humanidad. Fue el Dr. Joseph Pulco quien redescubrió los sonidos Solfeggio en los años 70 del pasado siglo al encontrar las frecuencias (medidas en Hz) de estos sonidos curativos únicos. Lo interesante es que Pulco encontró que esas frecuencias aparecen codificadas en la Biblia, en el libro de Números, capítulo 7, versículos 12-89. Usó el método pitagórico de reducción numérica para desentrañar los misteriosos 6 patrones matemáticos codificados allí: 396, 417, 528, 639, 741 y 852. (Una notoria validación científica de que estos patrones pueden utilizarse como frecuencias vibratorias de curación; la frecuencia 528 Hz es precisamente la utilizada por genetistas hoy en día para reparar daños en el ADN humano). Así pues, estas frecuencias son bastante diferentes a las de la escala musical moderna (basada en la afinación del La4 a 440 Hz):
  • La primera frecuencia, 396 Hz, corresponde a la nota DO y se utiliza para liberarse del campo negativo, lo que significa deshacerse del miedo y la culpabilidad.
  • La segunda frecuencia, 417 Hz, corresponde a la nota RE, se utiliza para permitir y crear un campo positivo.
  • La tercera, 528 Hz, corresponde a la nota MI, y es considerada la frecuencia de transformación y milagros.
  • La cuarta, 639 Hz, corresponde a la nota FA, y es la frecuencia del amor y la unidad.
  • La quinta frecuencia, 741 Hz, corresponde a la nota SOL; es la frecuencia de la intuición y la iluminación.
  • La sexta frecuencia, 852 Hz, corresponde a la nota LA, se utiliza para la visión y la conciencia espirituales. (Justamente la mitad de esta frecuencia es 426 Hz, ¿comprendes ahora por qué te he propuesto afinar la Viola así?). 
COMIENZA A RESONAR

El simple objetivo de esta propuesta es hacer resonar tu cuerpo con fines terapéuticos por medio de un control sistemático del punto de contacto y de todos los parámetros técnicos y mecánicos en la sujeción de tu arco, reforzando así tu sensación de control y equilibrio sonoro mientras trabajas tu balanza física y emocional.

Te invito pues a que comiences esta experiencia tan particular y especial tocando notas tenidas sobre estas frecuencias resonantes. Por ejemplo, un buen inicio para comenzar el ejercicio es tomar la frecuencia de la nota RE. ¿Cómo? Toma el armónico central de esta cuerda al aire colocando tu mano izquierda en la cuarta posición, posicionando a la vez tu dedo meñique de forma relajada y sin llegar a pisar la nota que resultaría. Recuerda, solamente con rozar la cuerda es suficiente, no necesitas presionar. En el momento en el que lo localices, puedes cambiar si quieres de dedo y posición, buscando siempre tu comodidad y relajación. Concéntrate en tu equilibrio corporal, la posición de tu Viola y la sujeción de tu Arco. Muévelo arriba y abajo muy lentamente, en un punto de contacto cercano al puente y con suficiente tensión, vigor y relajación en tu dedo índice derecho (y resto de dedos, especialmente el meñique y el pulgar) para sentir la vibración del sonido dentro de la palma de tu mano derecha. Sentirás un cosquilleo en la parte interna de los dedos y muñeca. Concéntrate y disfruta. Piensa en tu cuerpo y no te despistes. Si eres disciplinado, comenzarás a sentir cómo vibra y resuena todo tu cuerpo. Conforme vayas dominando esta técnica, podrás probar con otras frecuencias, incluso utilizar vuestras cuerdas vocales al mismo tiempo generando armónicos que te sorprenderán. Propongo también que utilices ejercicios en ostentatos, seguro que te encantarán mientras fortaleces tu técnica y proyección sonora.

Deseo que estos artículos hayan sido de tu agrado. Si deseas más información o ejercicios más específicos no dudes en comentármelo en clase o ponerte en contacto conmigo a través del Aula Virtual de Viola. ¡Que las buenas frecuencias os acompañen, buena continuación de semana! 





jueves, 12 de febrero de 2015

II. Sonidos que Curan: Conecta tus Frecuencias

Aunque muchos de vosotros ya sabéis cómo se producen los armónicos y tenéis la experiencia de haberlos utilizado en algunas de vuestras obras y estudios específicos para Viola, es necesaria a su vez, una aproximación específica a ciertos aspectos acústicos para poder llevar a cabo el ejercicio que os propondré en la siguiente entrega de Sonidos que Curan.

Observa atentamente el vídeo:



Es un experimento acústico moderno basado en los estudios originales de Ernest Chladni (1756-1824), quien descubrió un sistema muy práctico para ver como vibran las tapas de las cajas acústicas de resonancia de los instrumentos, sus diferentes modos de vibración y sus frecuencias. Con arena fina y un arco como excitador consiguió dibujar las líneas nodales que se formaban en las placas. La arena se quedaba quieta en las líneas de vibración nula y saltaba en las zonas en las que existía vibración.

FRECUENCIA Y VIVENCIA DE LOS SONIDOS

Antes de continuar mi exposición, es necesario que realice una pequeña aclaración entre sonido y ruido. Bajo el punto de vista vivencial, un sonido es una señal acústica con una altura de tono definida y siempre podremos representarlo en un pentagrama. Al contrario sucede con el ruido, que no podemos definirlo en una escala musical porque es una señal acústica que no tiene altura de tono definida. Ahora bien, entre un ruido puro y un sonido puro, tenemos señales intermedias que serán el lenguaje con el que se construye la música.
Lo que entendemos por altura de tono  de una nota musical es un concepto vivencial, y la asociamos a la frecuencia, que es un concepto físico. Los estudiosos del tema (Pitágoras, Zarlino, Mersenne, Fourier, y un largo e inmenso etc.), vieron en su día como los sonidos y señales acústicas se producen cuando un sistema elástico vibra de forma periódica. La masa, la rigidez del sistema, las dimensiones geométricas, etc. hacen que el número de vibraciones por segundo que se generan sea mayor o menor. Se vio, en su día, como la altura de tono estaba relacionada con este número de oscilaciones por segundo del sistema. La frecuencia es, de hecho, el número de oscilaciones o ciclos por unidad de tiempo –en nuestro caso un segundo- que realiza un sistema: a mayor frecuencia mayor altura de tono (agudo) y a menor frecuencia menor altura de tono (grave). Los sistemas que son capaces de vibrar con un número alto de oscilaciones por segundo (mucha rigidez o tensión, poca masa o longitud) nos dan sonidos agudos, una altura de tono alta.  Un tono grave  lo dará un sistema que se mueve a frecuencias bajas (poca rigidez o tensión, longitud o masa grande).  La unidad de medida de la frecuencia es el Hertz o Hercio (Hz.), que será el numero de oscilaciones o ciclos por segundo que da el sistema (cuerda, tubo, etc.).

La relación entre el concepto físico y el vivencial (-o musical, como prefiráis llamarlo-) no ha sido ni es siempre la misma. Por ejemplo, en la época barroca se consideró una afinación de 415 Hz para el LA4 , más adelante se estableció en 435 Hz y hoy en día existe un diapasón definido aunque no siempre se sigue este criterio: Frecuencia=440Hz / Vivencia=LA4. Otro más, algunas orquestas modernas afinan un poco por encima de esta cifra, (dotando de más brillantez en el concepto sonoro sus interpretaciones, aunque para mi gusto, cuando interpretan repertorio específico de los siglos XVIII y en algunos casos del XI, pierden por el camino la textura, reposo y calidez de las frecuencias sonoras implícitas a la armonía de las composiciones); incluso se llega a veces hasta 450 Hz. No olvidemos también que existen documentos y legajos en la Bibliothéque National de France que señalan que a finales del XVIII y durante el XIX también había orquestas que variaban esa frecuencia, hasta llegaron a utilizar la cifra de 467Hz en el LA4 de forma excepcional para un repertorio y orquestación específica.

Para el juego que propondré en el próximo artículo, me basaré en los estudios y conceptos acústicos apoyados y sustentados científica y matemáticamente en la nota LA4 afinada a 440Hz. Tal y como la ajustamos en clase antes de ponernos a tocar.



miércoles, 11 de febrero de 2015

I. Sonidos que Curan: Un Juego Acústico y Terapéutico

Antes de comenzar la lectura de este artículo es necesario que prestes atención y te concentres. Tienes que visualizar ciertos parámetros técnicos realmente útiles e importantes a tener en cuenta para poder descubrir el fin intrínseco de esta pequeña y terapéutica experiencia personal experimentando con los armónicos que produce tu cuerpo y tu instrumento. En la segunda y tercera entrega te propondré que realices un ejercicio específico con tu Viola. Estoy seguro que será una actividad que te sorprenderá y será tremendamente recomendable para ponerla en práctica en cualquier momento del día o en esos deseados periodos vacacionales alejado de las clases.

CONCEPTOS TÉCNICOS BÁSICOS DEL SONIDO
Como bien sabéis, cuando frotáis vuestro arco sobre las cuerdas, se pone en marcha todo un mecanismo celestial hasta que ese sonido llega a nuestros oídos y podemos percibirlo. Sin meterme en complejidades físico-acústicas y demás conceptos técnicos, intentaré explicaros de forma resumida ciertos parámetros que pueden ayudar a entender mejor la finalidad del juego que os propondré. 
1-. Los sonidos tienen su origen en vibraciones y para que exista un sonido o cualquier señal acústica, necesitamos un sistema que induzca la vibración. Este sistema ha de ser elástico, es decir, que tenga una rigidez y capacidad suficiente como para poder recuperar la posición de equilibrio ante un desplazamiento producido por una fuerza exterior. El sistema oscilante genera compresiones y depresiones en la materia o medio que lo rodea. Las señales acústicas se propagan a través de este medio mecánico y elástico (aire, agua, madera, etc.) y son estas variaciones de presión las que llegan a nuestro oído y activan todo el sistema auditivo. Puedes observar estos enlaces, ellos te guiarán ayudándote a comprender mejor este proceso: oído y  complejo auditivo.
2-. Un oído humano sano es capaz de reaccionar a frecuencias comprendidas entre 16 y 20000 oscilaciones por segundo (hz). Por debajo de estos 16 hz tenemos los infrasonidos y por encima de los 20000 hz están los ultrasonidos, que aunque no los percibamos, son vibraciones que para bien o para mal nos afectan. Nuestro cerebro percibe una altura de tono definida si al tímpano llega una secuencia periódica de pulsos o presiones y depresiones, haciendo falta una continuidad en la periodicidad de la señal para tener una altura de tono definible. 

VIBRACIONES TERAPÉUTICAS
Son muchos los estudios oficiales realizados y dedicados a los beneficios de las terapias vibratorias (ultrasonidos - infrasonidos) en pacientes con cualquier tipo de dolencia física o enfermedad. En el enlace que aquí os dejo, podéis echar un vistazo a un claro ejemplo realizado por la Fisioterapeuta responsable del servicio de ADEMI en la Fundación Vasca de Esclerosis Múltiple, Dña. Erika Otxoa
Por otro lado, dentro del campo de la medicina tradicional, se ha descubierto en estas últimas décadas que la producción con nuestras cuerdas vocales del canto de armónicos y/o el canto difónico tiene muchas propiedades terapéuticas. Este efecto, es esencialmente una forma de meditación profunda que alivia el estrés, equilibria y limpia los chakras -o centros de energía del cuerpo- creando un sentimiento de ligereza y bienestar. Un hecho interesante que os llamará la atención es que el sonido de los armónicos ayuda a equilibrar los dos hemisferios del cerebro, pues implica tanto a la parte lógica resonando en el hemisferio izquierdo, como al hemisferio creativo e intuitivo derecho a través de la expresión musical. Son muchos los yoguis y músicos profesionales los que utilizan estas técnicas para su beneficio y el de los demás. 

EL SONIDO EN LOS INSTRUMENTOS MUSICALES
Has de saber que los instrumentos musicales son sistemas idóneos para producir vibraciones sonoras, teniendo características especiales para producir y transmitir lo que los músicos queremos expresar. Cada sonido que emite la nota de un instrumento musical y que somos capaces de percibir y definir en nuestros oídos, viene acompañado por una serie de sonidos resonantes. Estos sonidos que lo componen, son las diferentes formas naturales de vibrar del instrumento en cuestión (de viento o de cuerda), y de todos y cada uno de los elementos que lo compone. Se asemejan a lo que denominamos serie armónica natural. Como puedes observar en este enlace, cualquier sonido será una combinación de estos sonidos resonantes a los que les llamamos armónicos. ¿Cómo funciona ese proceso sonoro que pensamos "mágico" cuando es totalmente matemático y natural? A grosso modo, el oído es capaz de discernir su diferentes armónicos, y el cerebro se queda con el fundamental para calcular la altura de tono. El resto de los armónicos refuerzan la sensación de altura de ese tono y nos darán el timbre característico del instrumento que es. Existen casos especiales de oídos muy finos y acostumbrados que pueden llegar a detectar hasta cinco armónicos en una nota o sonido.

Nuestro juego se basará en este apartado específico. Podrás poner en práctica este ejercicio tan sano, especial y revitalizante para tu técnica y mecánica instrumental cuando comprendas en qué consiste, pero debido a la cantidad de información técnica que tenienes que barajar, prefiero secuenciar esta sección en diferentes entregas para que dispongas de un tiempo de reflexión. Deseo que te animes a probarlo en cuanto sea publicado y experimentes las mismas sensaciones que trabajo habitualmente, seguro que te encantará.  





martes, 10 de febrero de 2015

Colocando mi puente

La semana pasada, Carlos (alumno de 1º curso del 2º ciclo de EEBB de Viola), llegó a su clase un tanto preocupado. La última vez que abrió la funda de su Viola en casa se encontró el puente caído.

A parte del susto que se llevó, (...¡el pobre creía que había roto su instrumento!...), estaba un poco tristón porque no pudo estudiar en todo el fin de semana. Tras tranquilizarle un poco, y explicarle las diferentes situaciones por las que podemos encontrarnos con este hecho, enseguida comprendió que no era grave. 

Así pues, quisimos retratar la operación para compartirla con todos vosotros realizando este artículo, donde trataré de explicaros de una forma práctica y sencilla cómo volver a situar vuestro puente si la Viola ha sufrido algún golpe, o si simplemente se ha caído por la presión que soporta de las cuerdas si no vigiláis con asiduidad su perpendicularidad respecto a la tapa superior

Recordad, cualquier cambio de presión en la caja de resonancia puede provocar esta situación, y si no tenéis algo de cuidado cuando suceda, también caerá el alma si tratáis al instrumento con gestos poco cuidadosos. 

1-. Antes de nada, quita la tensión de las cuerdas para poder manipular el puente y coloca las patas del mismo a la altura del corte transversal de las efes tumbándolo hacia delante. Así podrás levantarlo en un punto estratégico:

                    
2-. Levanta el puente con los dedos de las dos manos apoyándote en esa línea transversal imaginaria y podrás terminar de situar las cuerdas en sus hendiduras correspondientes mientras sujetas firmemente la base del puente con los dedos de una mano.



3-. Dando un par de vueltas a las clavijas conseguirás mantener el puente erguido mientras corriges su perpendicularidad. Te aconsejo que lleves un orden, si tensas primero las cuerdas laterales te facilitarás la siguiente acción. Has de ir situando el puente en un ángulo recto de 90º (formado entre las líneas del propio puente en su cara posterior que da al cordal y la línea de la base de la tapa superior donde se apoya) hasta que termines de ejercer la tensión necesaria para preafinar las cuerdas:

                                     

4-. Tras un leve repaso general para comprobar que el puente esté bien situado en una correcta posición, ya podrás terminar de afinar tu Viola:


Aun así, si alguna vez te sucede y no estás contento con el resultado sonoro que produce tu instrumento, no dudes en concretar una cita con tu luthier, tal vez tu puente haya terminado de doblarse tras pasar mucho tiempo en una mala posición y tengas que cambiarlo. Normalmente estos cambios afectan intrínsecamente al alma, con lo que habría que corregirla o sustituirla.  

martes, 27 de enero de 2015

Alessandro Rolla - Su música y la Viola



Aquí os dejo un interesante enlace en el que podéis aprender algo más de Alessandro Rolla (1757 - 1841), virtuoso del Violín y la Viola, compositor, director de Orquesta y Maestro de Maestros, en gran parte olvidado entre nuestra comunidad musical. Una lástima que su metodología y producción no sea utilizada como repertorio básico en la enseñanza-aprendizaje de nuestro instrumento en las Enseñanzas Superiores en Andalucía.


¡Que las buenas vibraciones os acompañen! ¡Buena continuación de semana!

viernes, 16 de enero de 2015

Cuestionario de ayuda

Es necesario iniciar sesión en Google para visualizar el documento. ¡Gracias por tu colaboración!

martes, 13 de enero de 2015

¡Comenzando el 2º Trimestre!


Tras esta pequeña y alentadora pausa navideña, animo a la todos y todas a empezar nuestras clases en este nuevo año 2015 con alegría, ilusión y determinación en nuestros caminos de búsqueda personal. Son muchas las tristes noticias que suceden a nuestro alrededor, que empañan esa ilusión y alegría de vivir, y confrontan la convivencia pacífica entre las personas con la desesperación que infunden unos pocos locos fanáticos en la desunión y el dolor.


Como bien sabéis, un grupo de auténticos maestros de la caricatura fueron asesinados recientemente en Francia, un acto ruin y vergonzoso que pone de manifiesto el poco nivel cultural e inteligencia emocional de unos pocos imbéciles. Desde nuestro pequeño espacio en la web, me permito la licencia de denunciar esta barbarie al igual que cualquier otro acto de segregación y/o violencia... Nous sommes Charlie!...

Ahora bien queridos lectores, a parte de daros una cordial y afectuosa bienvenida a este 2º trimestre, quería compartir con vosotros una noticia tremendamente positiva en comparación a la anterior. Viendo el sorprendente y alentador seguimiento que ha tenido y está teniendo el Aula Virtual de Viola en este mes y medio tras su reciente creación dentro de nuestra pequeña y humilde comunidad, (¡superamos la cifra de las primeras 1000 visitas el pasado mes de diciembre!)...Gracias a todos y todas, mis más sinceros agradecimientos a cada uno de vosotros por acercaros a colaborar con vuestros comentarios y valiosas opiniones personales, ayudándome a orientar y encauzar la gestión de esta valiosa herramienta educativa; un dato que me anima a seguir trabajando sobre los artículos de este proyecto tan bonito, especial y embaucador desde este espacio virtual.

Por ello, me gustaría contar con vuestro valioso criterio colaborando en un pequeño cuestionario que realizaré en la próxima publicación semanal. Podréis rellenarlo en línea de una forma sencilla y práctica. Tendrá un carácter totalmente anónimo si lo deseáis, donde podréis expresaros libremente, proponer sugerencias y dar vuestras opiniones sobre los artículos publicados. Es muy importante para mi labor seguir enriqueciendo de contenidos nuestro Blog, profundizando sobre temas que se nos escapan del tiempo que dura nuestro pequeño encuentro semanal en la clase del Conservatorio.

¡Espero vuestra colaboración, buen inicio de año!