La semana pasada, Carlos (alumno de 1º curso del 2º ciclo de EEBB de Viola), llegó a su clase un tanto preocupado. La última vez que abrió la funda de su Viola en casa se encontró el puente caído.
A parte del susto que se llevó, (...¡el pobre creía que había roto su instrumento!...), estaba un poco tristón porque no pudo estudiar en todo el fin de semana. Tras tranquilizarle un poco, y explicarle las diferentes situaciones por las que podemos encontrarnos con este hecho, enseguida comprendió que no era grave.
Así pues, quisimos retratar la operación para compartirla con todos vosotros realizando este artículo, donde trataré de explicaros de una forma práctica y sencilla cómo volver a situar vuestro puente si la Viola ha sufrido algún golpe, o si simplemente se ha caído por la presión que soporta de las cuerdas si no vigiláis con asiduidad su perpendicularidad respecto a la tapa superior.
Recordad, cualquier cambio de presión en la caja de resonancia puede provocar esta situación, y si no tenéis algo de cuidado cuando suceda, también caerá el alma si tratáis al instrumento con gestos poco cuidadosos.
1-. Antes de nada, quita la tensión de las cuerdas para poder manipular el puente y coloca las patas del mismo a la altura del corte transversal de las efes tumbándolo hacia delante. Así podrás levantarlo en un punto estratégico:
2-. Levanta el puente con los dedos de las dos manos apoyándote en esa línea transversal imaginaria y podrás terminar de situar las cuerdas en sus hendiduras correspondientes mientras sujetas firmemente la base del puente con los dedos de una mano.
3-. Dando un par de vueltas a las clavijas conseguirás mantener el puente erguido mientras corriges su perpendicularidad. Te aconsejo que lleves un orden, si tensas primero las cuerdas laterales te facilitarás la siguiente acción. Has de ir situando el puente en un ángulo recto de 90º (formado entre las líneas del propio puente en su cara posterior que da al cordal y la línea de la base de la tapa superior donde se apoya) hasta que termines de ejercer la tensión necesaria para preafinar las cuerdas:
4-. Tras un leve repaso general para comprobar que el puente esté bien situado en una correcta posición, ya podrás terminar de afinar tu Viola:
Aun así, si alguna vez te sucede y no estás contento con el resultado sonoro que produce tu instrumento, no dudes en concretar una cita con tu luthier, tal vez tu puente haya terminado de doblarse tras pasar mucho tiempo en una mala posición y tengas que cambiarlo. Normalmente estos cambios afectan intrínsecamente al alma, con lo que habría que corregirla o sustituirla.
3-. Dando un par de vueltas a las clavijas conseguirás mantener el puente erguido mientras corriges su perpendicularidad. Te aconsejo que lleves un orden, si tensas primero las cuerdas laterales te facilitarás la siguiente acción. Has de ir situando el puente en un ángulo recto de 90º (formado entre las líneas del propio puente en su cara posterior que da al cordal y la línea de la base de la tapa superior donde se apoya) hasta que termines de ejercer la tensión necesaria para preafinar las cuerdas:
4-. Tras un leve repaso general para comprobar que el puente esté bien situado en una correcta posición, ya podrás terminar de afinar tu Viola:
Aun así, si alguna vez te sucede y no estás contento con el resultado sonoro que produce tu instrumento, no dudes en concretar una cita con tu luthier, tal vez tu puente haya terminado de doblarse tras pasar mucho tiempo en una mala posición y tengas que cambiarlo. Normalmente estos cambios afectan intrínsecamente al alma, con lo que habría que corregirla o sustituirla.
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